TU

Mira, yo no quiero un "buenos días princesa" como dice la canción, yo prefiero un "buenos días dormilona" lleno de cariño. No quiero a un tío rubio, de ojos azules, de 1'90, con una tableta de la hostia y que bese de puta madre, no. Yo te quiero a ti, un tío que tiene consejos para todo, que te da un abrazo cuando tienes frío, que te coge de la mano y te dice "vayas donde vayas, yo voy contigo", el que te hace reír solo con rozarte, el que sus abrazos saben a "no te quiero perder nunca", el que te saca tu mejor sonrisa solo con su apoyo, el que te pone roja, granate y todos sus putos derivados solo con mirarte, el que te seca las lágrimas y con el que puedes ser tu misma. Él es el puto imperfecto que sabe hacer todo bien, lo que una quiere con sus defectos y lo que bastante gente tacha como raro, por el simple hecho de no ser un hijo de la gran puta. Sí, es ese tipo de tíos, que te coge antes de que te caigas, que te avisa, te avisa y te vuelve a avisar para que no cometas un error, y que aún así, ahí estás tú para pasar de lo que te dice y cometerlo, pero él sigue ahí, a tu lado, para darte un abrazo y curarte el daño del error, el que te pega una hostia para que tú se la devuelvas y mpeceis a tontear como crios para acabar mirandos y sonriendos, el que te coge de la cintura y te dice al oído que no quiere que le olvides, el que te levanta una, otra y otra vez cuando te vas estampando a cada paso que das con esa piedra que lleva tu nombre. Eso es un tío, y lo demás son tonterías. No quiero hacerme a la idea de que a lo mejor, dentro de una semana o dentro de veinte años, me faltes, porque sino no sabría seguir adelante, porque tú eres el palo que guía a un ciego, tú eres el que me saca a la lluvia sin paraguas. Tú eres tú, y eso, es lo más importante